Liderazgo Personal
Módulo 6
Comunicación Efectiva
Anthony Robbins
*Tómate unos minutos para reflexionar.
La ontología del lenguaje apunta hacia la creación de una base desde la cual podamos observar los fenómenos humanos, a partir de una perspectiva no-metafísica. Todo lo que hacemos, revela nuestro juicio sobre nosotros mismos, esto es la base de uno de los usos de la ontología del lenguaje: la práctica del «coaching» ontológico.
Podemos condensar la ontología del lenguaje en un conjunto de tres postulados básicos y tres principios generales. Ellos son los siguientes:
Por todo ello se plantea que Ser humano es estar en un proceso permanente de devenir. Esto conduce al principio general de la ontología del lenguaje. “No sabemos cómo las cosas son. Sólo sabemos cómo las observamos o cómo las interpretamos”.
El cuestionamiento de la capacidad de los seres humanos de acceder a la verdad plantea, de inmediato, dos desplazamientos. El primero de ellos implica que el conocimiento se desplaza desde lo observado (el ser de las cosas) hacia el observador. Por tanto, podríamos decir que el conocimiento revela tanto sobre lo observado como sobre quien lo observa.
El segundo, tiene que ver con que una vez que hemos cuestionado nuestra capacidad de acceder a la verdad y aceptamos el postulado según el cual no podemos saber cómo son las cosas, ello significa que no podemos sostener que esto mismo que postulamos pueda ser considerado como verdad.
El lenguaje no es inocente. Toda proposición, toda interpretación habilita o inhibe determinados cursos de acción capaces de transformarnos a nosotros mismos y al mundo en que vivimos. Revisando así los postulados planteados, en función de una visión del lenguaje como acción y generador de ser, podemos decir que: “No sólo actuamos de acuerdo a cómo somos, (y lo hacemos), también somos de acuerdo a cómo actuamos. La acción genera ser. Uno deviene de acuerdo a lo que hace. Evitamos así quedar entrampados en el supuesto metafísico de que el ser es inmutable.
Para que seamos capaces de hablar, deben cumplirse ciertas condiciones biológicas (capacidad de oír y hablar) y una interacción social, es decir requiere la constitución de un dominio consensual. A su vez el lenguaje humano posee otra capacidad que es la de ser recursivo que es la base de lo que llamamos reflexión, pilar de la razón humana, que nos permite especular, entablar conversaciones con los demás y con nosotros mismos, acerca de nuevas posibilidades, arriesgarnos, inventar y de intervenir en el diseño de nuestros entornos sociales. Esta es una de las más claras manifestaciones de la capacidad generativa del lenguaje.
Esto nos lleva al Tercer principio: Los individuos actúan de acuerdo a los sistemas sociales a los que pertenecen. Pero a través de sus acciones, aunque condicionados por estos sistemas sociales, también pueden cambiar tales sistemas sociales. El sistema social constituye al individuo, del mismo modo en que el individuo constituye al sistema social.