Liderazgo Auténtico
Módulo 3
Responsabilidad Incondicional
El lenguaje es una evidencia de la posición que estamos asumiendo. ¡Nos permite identificar si estamos actuando como Víctimas o como Protagonistas!
Estar atentos y observar cómo hablamos y nos expresamos nos ayuda a desarrollar la consciencia de la postura o posición en la que nos enfocamos y en la que se enfocan otros con quienes interactuamos.
En el ejemplo de la manzana, simplemente decir “se cayó” o “llovió”, es recurrir a lo que se llama “explicaciones tranquilizantes”. Es decir “aquellas que atribuyen exclusiva causalidad a factores que se encuentran fuera del control de quien explica” un suceso. Ser “inocente” de las consecuencias de nuestras acciones nos permite “mantener la ilusión de la competencia personal frente a la realidad del fracaso.”
Veamos este ejemplo: “…frente a las quejas de los usuarios, el manager de sistemas puede argumentar que los errores se derivan de la baja profesionalidad de los programadores (obviando el hecho de que él mismo supervisó el diseño)”; por tanto, concluimos en que cuando asumimos una posición de inocencia lo que estamos haciendo es declarar nuestra impotencia.
Por otro lado, el que asume una posición de protagonista, que podemos llamar “aprendiz” “…es aquel que privilegia las explicaciones generativas. Reconoce la importancia de los factores que se encuentran fuera de su control, pero se concentra en las variables que puede modificar.” Responde a la pregunta… ¿en estas circunstancias tan retadoras, que puedo hacer que está en mi circulo de control?
La posición de Victima promueve actitudes, conductas y emociones no conscientes.
En cambio, la posición de Protagonista promueve actitudes, conductas y emociones conscientes.
REACTIVO
Reacciona al problema
PROACTIVA
Explora
CREATIVO
Inventa
“Soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi alma.”
Nelson Mandela
Invictus es un poema breve escrito por el poeta inglés William Ernest Henley (1849-1903). Nelson Mandela conservó este poema escrito en una hoja de papel durante su prisión, lo cual fue uno de los apoyos que le ayudó a sobrellevar su encarcelamiento.
Es una demostración de que en las circunstancias más adversas podemos vernos como protagonistas de nuestras vidas y no como víctima de las circunstancias.
No todo está escrito, la indeterminación y la incertidumbre son reales, de allí la importancia de afirmarse como dueño de la propia vida.
Fuera de la noche que me cubre,
Negra como el abismo de polo a polo,
Agradezco a cualquier Dios que pudiera existir
Por mi alma inconquistable.
En las feroces garras de la circunstancia
Ni he gemido ni he gritado.
Bajo los golpes del azar
Mi cabeza sangra, pero no se inclina.
Más allá de este lugar de ira y lágrimas
Es inminente el Horror de la Sombra,
Y sin embargo la amenaza de los años
Me encuentra y me encontrará sin miedo.
No importa cuán estrecha sea la puerta,
Cuán cargada de castigos la sentencia.
Soy el amo de mi destino:
Soy el capitán de mi alma.